Cuando se presume como obvia la final de una competición con estándares altísimos de calidad en jugadores y estilo, resulta irresponsable presumir favoritismos.
A inicios de temporada, cuando el Barcelona recibía elogios por su manera de engalanar el fútbol con su incomparable modo de jugar, se asumía como obvia la llegada a una nueva final de Champions League. El intacto esquema de Guardiola dio para que el conjunto Blau-Grana mantuviera su regularidad por todos conocida desde el proceso llevado a cabo por el holandés Rijkaard y construyó lo que, para mi, el sensasionalismo periodístico llama, el mejor fútbol del mundo. Se asumió como finalista un puñado de jugadores que definitivamente no decepcionaron a lo largo de esta temporada y que fueron fieles a un juego divertido, dinámico e indomable que lo lleva nuevamente a disputar una final europea.
La dolorosa y frustrante eliminación del cuadro dirigido por Sir Alex Fergusson a manos del Bayer Munich obligaba a los de Manchester a revertir la situación en la próxima temporada. Con sólo una Carling Cup como trofeo en la temporada pasada, la escuadra del escocés tenía que asumir mayores retos, tal y como la historia siempre se lo ha exigido. La temporada siguiente obligaba a dar todo de sí para aspirar a mayores y mejores reconocimientos. De esa manera, todo empezó a cambiar: muy a pesar de las lesiones sufridas por jugadores clave en la zaga del equipo de Old Trafford, la necesidad de recomponer el esquema al tener que prescindir de algunos jugadores por múltiples causas además de las lesiones y la responsabilidad de recuperar el liderazgo en la F.A, los Diablos Rojos llegaron hasta Wembley con la décimo novena Liga en su haber (desplazando al Liverpool de su 1er lugar) para así asistir como protagonistas a la Catedral del fútbol e ir con todo por su cuarta orejona.
Frente a frente, quienes para muchos son los dos mejores equipos de Europa, tendrán que liberar el mejor juego posible. Ambos saben que juegan bajo estilos totalmente diferentes, su cultura futbolística es permeada por factores diversos que contrastan uno con el otro pero coinciden en una efectividad que muchos desearían tener.
Es más conocido y aplaudido el juego del Barcelona dado que el ojo del aficionado promedio se asombra con el ‘’fútbol espectáculo’’, el del toque, la pilatuna, la pared, en fin. Tener a Iniesta, Xavi y Messi es prenda de garantía y argumento suficiente para poder observar esquemas colectivos exitosos. El Barcelona llega a esta final derrotando en series de eliminación directa a un siempre intermitente Arsenal que, a pesar de su parecido con el juego de los catalanes, no estuvo a la altura de un equipo mucho más maduro. El Shaktar Donetsk, como sorpresa del torneo, pecó por irregular y otorgó ventajas incuestionablemente fatales, capitalizadas desde luego, por el balanceado esquema del Barcelona que supo encontrar en la zona defensiva del equipo ucraniano la mayor debilidad del mismo.
Con el Real Madrid y todo el morbo, para mi RIDÍCULO, que existe dentro de este clásico, las cosas iban a ser mucho más complicadas y es que llegaba Mourinho, aquél que pudo con el Inter de Milán dilucidar la magia del Barcelona y poderla desnudar. Sin embargo, más allá del fútbol que se pretendía ver, ese inflado espectáculo que los jugadores iban a mostrar, la llave de semifinales otorgó show, escándalos y peleas mundanas entre jugadores de cada uno de los equipos. No sé que habrá visto la gente pero, por este lado, no se observó sino ‘’previas’’ y ‘’declaraciones a la prensa’’ salidas de tono, lo que muchos llaman ‘’pan y circo’’ pero de puro pantallazo mediático. En fin, el Barcelona fue contundente a pesar de los errores arbitrales que suscitaron muchas controversias; Mourinho no encontró esquema adecuado para bloquear circuitos y Guardiola, al menos deportivamente, gano la batalla personal con el portugués.
Al margen de las expectativas, el Manchester United fue escalando tanto en posiciones como en estilo y contundencia de juego. Un tímido Olimpique de Marsella fue el primer escaño a enfrentar en las llaves de octavos de final. El equipo de Laurent Blanc ofreció un equipo más tendiente a contener que a proponer. Los goles que no se vieron en territorio galo, se pudieron presenciar en el mítico Old Trafford a manos, o mejor, a pies del sorprendente Chicharito Hernández quien oportunamente subió su nivel de juego y le concedió al equipo rojo más de una alegría.
Posteriormente, el choque contra Chelsea en cuartos de final, aterrizaba a estos dos equipos a una nueva contienda que hacía recordar esa gran final jugada en la capital rusa. Los de Anchellotti no lograron ser el equipo de otrora y sucumbieron nuevamente a un United mucho más experimentado, ofensivo y dispuesto a liquidar la serie desde el primer partido. El gol de Rooney en Londres daba una luz grande de ventaja a los de Fergusson para la vuelta de locales, cuestión que terminó con una llegada a semifinales.
El sorprendente Schalke 04 llegaba a semifinales con grandes logros: el primero, eliminar al capeón reinante, el Inter, y haber conquistado por primera vez en su historia una serie tan decisiva como ésta. Aunque fue un enorme logro, el cuadro alemán no llenó las expectativas como local pues nunca tuvo la pelota, obligó a una de las promesas en el arco europeo, el alemán Neuer, a volverse el FIGURÓN del equipo con inagotables atajadas en el primer tiempo las cuales no alcanzaron para el segundo e hizo ver a un Manchester United generando opciones de peligro por todos los lados de la cancha. Ocurrió algo similar en Old Trafford y así se hizo posible una llegada del cuadro inglés a la final en el estadio más popular del mundo.
Ahora, ¿Qué tienen a favor y en contra los dos equipos que se enfrentarán este sábado en Wembley?
Barcelona:
-Su incuestionable favoritismo, pues se sabe que el fútbol español a pesar de ser bi-temático lo ve mucha gente, hace posible que mucha gente se incline por un equipo que en la previa es invencible.
- El triángulo Xavi-Iniesta-Xavi pues aquellos han sido los grandes gestores de un fútbol creativo y contundente durante toda la temporada y llevan jugando hace mucho tiempo.
- El juego rápido y en corto de la mayoría de sus jugadores, cosa que los hace contundentes de ¾ de cancha para arriba
- La transición defensa-ataque a manos de Piqué y Busquets, quienes han procurado generar el balance necesario del equipo para evitar su descompensación
- El mantener un proceso serio y responsable con sus jugadores, esto ha llevado al equipo a jugar casi de memoria y sin afanes por contratar rutilantes figuras procura más bien llamar a los indicados para cada posición sin irrespetar a sus figuras históricas (Para que el Real Madrid alguna vez aprenda)
Manchester United:
- Un Juego notablemente proyectado por las bandas: Haría posible una amplitud muy útil a la hora de enfrentar al Barcelona que juega mas que todo por dentro a pesar de tener a un Dani Álvez veloz y lanzado al ataque. Giggs, Nani, Valencia y el mismo Rooney bien podrían generar juego ofensivo por derecha y/o izquierda
- El momento vivido por el goleador mexicano: Chicharito sabe como desmarcarse y aterrizar siempre al palo mas libre del arquero. Tiene muy buenos asistidores que lo logran encarar ante el guarda-meta rival: vital para este partido.
- La dupla defensiva más segura del mundo: Vidic y Ferdinand serán la garantía perfecta en la saga del equipo y suplirán tareas defensivas de quienes podrían subir al ataque desde atrás: Evra, Rafael o Fabio.
- El gran nodo de cuadro rojo: Michael Carrick tendrá en su haber la gran tarea de contener y crear juego desde la zona medular, cosa que ha hecho increíblemente bien.
Esperemos un memorable encuentro entre dos equipo que se sacarán chispas en el mítico Wembley!!! Vamos Uniteeeeeeed!!!!!!!!
Juan Sebastian Saab Ochoa
