Después de casi un mes sumergido en el universo del Mundial Sub-20 de la FIFA Colombia 2011, se siente en el aire la sensación del deber cumplido, no solo como país anfitrión sino como sociedad.
Ayer de manera inobjetable se impuso el mejor, como suele suceder en este tipo de torneos, el seleccionado Brasileño mostro todos su pergaminos y toda su jerarquía imponiéndose sobre un difícil equipo Portugués que no fue para nada presa fácil. En este sentido mil felicitaciones tanto para la delegación Brasileña, como para el pueblo de dicho país, son los grandes y merecidos campeones.Aunque para los extremistas la participación de nuestro seleccionado fue un “fracaso”, lo cual me parece ilógico, puesto que los fracasos deportivos se miden de acuerdo a la historia y no a la localía, antes que nada debemos poner los pies sobre la tierra y reconocer que nuestro país no es una potencia mundial del futbol, lo cual no permite que nuestros éxitos o derrotas puedan adquirir estos calificativos, fracaso sufren los grandes cuando se ven troncados sus caminos de manera inesperada o desastrosa, equipos como Brasil, Argentina, Alemania, Italia, Etc. Pero nosotros ¡no!, en vez de utilizar ese tipo de calificativos deberíamos rescatar la entrega y decisión de nuestros juveniles, muchachos (porque eso es lo que son) menores de 20 años que tuvieron que cargar en sus hombros a mas de 40 millones de Colombianos, responsabilidad que realmente asumieron muy bien. Tan solo tuvimos que encontrar en nuestro camino una selección como la Mexicana que desde hace varios años ha mostrado gran avance en divisiones menores, lo cual se ve reflejado en su crecimiento, no en vano fueron terceros en el torneo.
Pero bueno, hagamos a un lado lo deportivo, si hubo un gran ganador en este campeonato sub-20 fue el pueblo Colombiano, que demostró al mundo que somos un pueblo amable, cordial, organizado…. En fin mostramos lo que somos, los mejores anfitriones del mundo. Durante el desarrollo del mundial disminuyo la violencia, la criminalidad, la tasa de homicidios, aumentaron las caras de alegría y orgullo patrio, aumentaron las familias reunidas en torno a un evento, pero lo más importante aun aumento nuestra percepción propia de la gran nación que somos. Hace un mes escuchaba comentarios como. “Quiero ver a esta guachada de gente sin protección en las tribunas cuando Colombia este perdiendo”; señores se equivocaron, no paso nada malo por el contrario, mostramos que definitivamente se puede, que somos mas los que disfrutamos el espectáculo que los inadaptados (porque los hay), mostramos que cuando todos nos comprometemos somos una nación que produce orgullo total, adicionalmente quedamos con unos escenarios preciosos para jugar al futbol, obtuvimos el record de asistencia en este tipo de competencia “Aforo total”, entre otras muchas cosas buenas que nos ha dejado esta experiencia.Para nuestro país definitivamente el Mundial Sub-20 fue: ¡Misión cumplida!
Daniel Bernate Aya
